Donald Trump es un hombre que ha tenido dinero y poder, lo primero por sus exitosos negocios y lo segundo por haber sido el mandatario de Estados Unidos. Dejó a un lado el ámbito empresarial y se dedicó a dirigir una potencia mundial, pero después de cuatro años, al regresar a sus empresas, las encontró con importantes mermas.
De acuerdo con el índice de multimillonarios de Bloomberg, el patrimonio neto de Trump se redujo de $3,000 millones cuando se convirtió en presidente a $2,300 millones, una vez que culminó su mandato.
Los principales motivos de esta reducción fueron provocados por la pandemia, que él mismo prometió que desaparecería, y el motín en la Casa Blanca, que lo llevó a un segundo juicio político.
El Covid-19 ha golpeado duro la infraestructura Trump, conformada por edificios de oficinas, hoteles y complejos turísticos que han sido claves para apuntalar su riqueza.
Por otra parte el asalto al Capitolio tuvo sus repercusiones, ya que el evento afectó sus relaciones con corredores y prestamistas, tan importantes cuando se sabe que al menos $590 millones en préstamos vencen en los próximos cuatro años.
Trump y sus empresas tienen enfrente una serie de investigaciones y luchas legales que vislumbran un panorama complicado, pero el empresario ya se ha recuperado de otras malas rachas antes.
Bloomberg señala que incluso si las cosas van mal, podría aprovechar las pérdidas para recortar sus facturas de impuestos, como acostumbra a hacer.