Brasil está listo para aprovechar los mercados de deuda con una segunda venta de bonos sostenibles tan pronto como la volatilidad disminuya, según ha afirmado el secretario del Tesoro del país, Rogerio Ciron.
El plan es emitir notas –tanto regulares como ESG– al menos dos veces al año. La primera emisión ESG de Brasil tuvo lugar en noviembre, cuando el Tesoro vendió US$ 2.000 millones en bonos con vencimiento en 2031, lo que supuso un acuerdo largamente esperado para apoyar la agenda medioambiental del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
En enero, el gobierno brasileño vendió US$ 4.500 millones en bonos con vencimiento en 2034 y 2054, una oferta récord para la mayor economía de América Latina.
“Tenemos que esperar un poco más. La incertidumbre sobre cuándo empezarán a bajar los tipos de interés en Estados Unidos sigue generando mucha volatilidad”, ha expresado Ceron, en declaraciones recogidas por Bloomberg.
Las apuestas cambiantes sobre cuándo empezará a bajar las tasas la Reserva Federal de EE.UU. han agitado los activos de riesgo en los últimos meses. En el caso de Brasil, la preocupación por el exceso de gasto público y la creciente intervención en la economía han aumentado la inquietud.
El Gobierno ve un creciente interés de los inversores extranjeros en el mercado de deuda local de Brasil, lo que aumenta el apetito por notas a más largo plazo, como los bonos ligados a la inflación. El Tesoro podría aumentar las ventas para hacer frente a la mayor demanda si fuera necesario.