El ejército israelí ha lanzado la mañana de este martes una serie de bombardeos contra Jan Yunis, en el sur de Gaza, después de emitir órdenes de evacuación.
Ocho personas han perido la vida y más de 30 han resultado heridas en Jan Yunis y sus alrededores tras dichos ataques, de acuerdo con una fuente médica y la Media Luna Roja palestina, según reportaron testigos.
Previamente el lunes, el portavoz del ejército de Israel, el coronel Avichay Adraee, publicó en X una lista con los barrios que deben ser evacuados, entre los que se encuentran Bani Suhaila, Al-Qarara y Abasan. “Por su seguridad, debe evacuar inmediatamente a la zona humanitaria”, indicó.
El mensaje no especificó la zona adónde deben ir los palestinos, la mayoría de ellos, refugiados que se trasladaron a esa zona sureña hace varias semanas, escapando de los peligrosos ataques sionistas en otras zonas del enclave.
Estas órdenes de evacuación son generalmente una señal de inminentes ataques terrestres por parte de la feroz maquinaria de guerra de Israel, cuyas autoridades piden a los palestinos ir de una zona a otra a la que definen como “segura”, pero que finalmente es blanco de ataques sionistas.
De hecho, un residente de Bani Suhaila, Ahmad Najja, declaró que “tras la orden de evacuación, la gente se ha apoderado de un miedo y una ansiedad intensos. Hay muchos desplazamientos de residentes”, dijo.
La semana pasada, el ejército israelí ordenó la evacuación del distrito de Shuyaiya, en el norte de Gaza, y poco después se produjeron intensos combates.
La mayor parte de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han huido de sus hogares y muchos de ellos se han visto desplazados en múltiples ocasiones. Las restricciones israelíes, los combates y la alteración del orden público han dificultado la entrega de ayuda humanitaria, lo que ha alimentado el hambre generalizada y ha suscitado temores de hambruna.
Desde el 7 de octubre, cuando Israel desató una guerra genocida contra Gaza, hasta ahora, el número de palestinos muertos se acerca a los 38 000 y el de los heridos sobrepasa los 87 000, la mayoría en ambos casos son mujeres y niños.
