Un grupo de legisladores de Brasil presenta un nuevo pedido de “impeachment” contra Bolsonaro por acusaciones de “abuso de poder y delitos de responsabilidad”.
Los líderes de los partidos de la oposición de la Cámara de Diputados y del Senado Federal de Brasil solicitaron la apertura de un juicio político (impeachment) contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mediante un comunicado conjunto emitido el miércoles.
La nota contiene las firmas de 119 diputados de distintas fracciones políticas, como el Partido de los Trabajadores (PT), el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), el Partido Socialista Brasileño (PSB), incluyendo Arlindo Chinaglia, presidente de la Cámara de Diputados.
Esto después de que el lunes, el mandatario ultraderechista anunciara una reforma en su Gabinete tras las crecientes críticas por su gestión de la pandemia. Entre los destituidos se encuentran los titulares de Relaciones Exteriores, Defensa, Justicia, Casa Civil, Secretaría de Gobierno y Procuraduría General de la República.
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La oposición acusa a Bolsonaro de “abuso de poder”, sobre todo por interferir en la cúpula militar en beneficio de sus intereses personales y por “delitos de responsabilidad en serie” en el manejo de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
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El martes, solo un día después de la destitución del ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, los jefes de las tres ramas del Ejército renunciaron en señal de “solidaridad” con Azevedo.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, tiene aliados en el Congreso a los que puede dar concesiones y evitar los 70 pedidos de impeachment, dice un analista.
Según la ley de “impeachment” de Brasil, si el mandatario, sus ministros, los magistrados del Supremo Tribunal Federal o el procurador general incurren en “crímenes de responsabilidad” que atentan contra la Constitución y los poderes públicos establecidos, la pena contempla la salida del cargo y la inhabilitación política hasta por cinco años.
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El Gobierno de Bolsonaro, además de la crisis sanitaria, experimenta un profundo caos político por la ola de renuncias y destituciones no vista desde la recuperación de la democracia en el país sudamericano.
