El conflicto en Oriente Medio continúa recrudeciéndose. En respuesta al asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah y otros líderes, y tras semanas de intensos bombardeos a lo largo de todo el Líbano, Irán lanzaba este martes un ataque contra Israel con cerca de 200 misiles balísticos, ordenados directamente por el líder supremo Ali Khamenei.
Unas horas después, Israel ha bombardeado de nuevo Beirut, la capital de Líbano, y ha atacado la ciudad de Jiam, en el sur, y Baabek y Becá, en el este de Líbano. El mensaje de Netanyahu es claro: “El régimen de Irán no comprende nuestra determinación de defendernos y nuestra determinación de tomar represalias contra nuestros enemigos. Mantendremos la regla que establecimos: quien nos ataque, lo atacaremos”.
Un misil balístico es un tipo de misil que tiene una trayectoria determinada y que cuenta con un sistema de propulsión durante algunas fases de su vuelo, a diferencia de los misiles de crucero, que están propulsados durante todo su vuelo.
Estos misiles no son guiados por ningún sistema, sino que realmente siguen un sistema muy similar al de la artillería del pasado, basada en la gravedad y la resistencia del aire. Así, tienen la capacidad de viajar a velocidades superiores a cinco veces la velocidad del sonido, lo que los hace extremadamente difíciles de interceptar con las tecnologías actuales de defensa antimisiles.
Este tipo de misiles pueden tener alcances cortos, medios o intercontinentales dependiendo de su diseño y de la distancia que puedan cubrir. Además, como su trayectoria se parece a la de un arco, los misiles alcanzan grandes altitudes antes de descender hacia su objetivo y en algunos casos salen de la atmósfera terrestre.
En el arsenal iraní hay un gran número de misiles balísticos de diferente rango que varían en alcance y potencia. Entre los más destacados se encuentra el Shahab-3, un misil de alcance medio que es capaz de alcanzar un rango de hasta 2.000 km en variantes como el Ghadr-110, lo que le permite impactar en casi cualquier punto de Israel.
Otro de los misiles más avanzados de Irán, es eEl Sejjil, con un alcance de entre 2.000 y 2.500 km, que utiliza un combustible sólido que le proporciona mayor rapidez en el lanzamiento y hace que sea más difícil de interceptar.