Día a día estamos llenos de calificativos y agrupamientos. Desde temas políticos hasta temas culturales. Nadie conoce el significado exacto de cada término, por cuanto puede ser posible que cada persona sea en sí una versión particular de ese calificativo.
Ser de derecha no puede abarcar a la vez a Luis Banchero Rossi y a Barata. Ser de izquierda no puede poner en un mismo lugar a Javier Diez Canseco y a Gregorio Santos. Ser de centro es doblemente ambiguo.
El psicólogo y filósofo Eric Laurent ve con buenos ojos esa particularización en las calificaciones y agrupamientos. Probablemente sea la autonomía el bien más preciado que se pierde al agruparnos en calificativos.
Los conglomerados casi nunca asumen la responsabilidad de sus actos. Más aún, casi nunca son los que dirigen sus destinos y son fácilmente manipulables. Como diría Cornelius Castoriadis, este domingo 11 de abril, como cada cinco años, viviremos nuestro preciado y único día de democracia. Lo triste de eso es que salvo contadas excepciones, ese será hasta el 2026 nuestro único día democrático.
Pareciera que al perder ese refugio del agrupamiento en determinados pensamientos, nos vemos solos y sin un norte, pero hemos de recordar que como nos enseña la ciencia, para construir un hermoso cristal no hace falta que cada átomo interactúe con miles y millones de otros, solo que lo haga en la forma y modo correcto con sus vecinos más cercanos. No en vano dijo un carpintero hace muchos años ama a tu prójimo como a ti mismo y enfatizo la palabra prójimo ya que hace una alusión mucho más allá del espacio e incluso del tiempo. En ese sentido, cuando vayamos a votar vayamos como individuos, con autonomía.
Olvidémonos que somos de izquierdas o derechas, de la lampa, fujimoristas, o la ola celeste. Ese día vamos a votar pensando en nuestro entorno más cercano porque muy probablemente ningún partido los represente totalmente, pero pensemos en aquel partido que al menos les permitirá ser autónomos, ser ustedes, poder cuestionar, poder debatir, por ser escuchados.
No somos ovejas que van a ser guiadas sino personas que pueden ser propositivas de su propio futuro, Miguel de Unamuno ha dicho hace un tiempo que vencerán pero no convencerán, vencerán por que tiene poder de la fuerza bruta y en un contexto actual, también el poder de los medios, pero no convenceran por que convencer significa persuadir y para persuadir hay que tener razón.