Los vagones y locomotoras del tren Lima-Chosica esperan en la estación Monserrate. Fotografías revelan que están a la intemperie, mientras expertos advierten que el clima húmedo de la ciudad podría acelerar el deterioro de componentes críticos.
La antigua Estación Monserrate, en el Centro Histórico de Lima, hoy sirve como almacén del tren Lima-Chosica. Recientemente, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) recibió el primer lote de 43 vagones y 11 locomotoras donadas por la empresa ferroviaria estadounidense Caltrain, como parte de un proyecto que el alcalde Rafael López Aliaga impulsa para modernizar el transporte en la capital. Las autoridades no han confirmado de manera oficial hasta cuándo estarán almacenadas las partes del tren, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la iniciativa y el estado del material ferroviario.
El tren, de aproximadamente 40 años de antigüedad, podría tener entre 10 y 30 años más de vida útil si recibe un mantenimiento adecuado, según estimaciones de expertos en ingeniería ferroviaria consultados por este medio. Sin embargo, la MML aún no ha hecho público un plan específico para la conservación de los equipos durante su estadía en Monserrate.

La estación Monserrate donde está almacenado el tren está en la ribera sur del río Rímac, en la parte límite del Centro Histórico de Lima con el distrito del Rímac. Foto: John Reyes / La República
Fotografías capturadas por La República muestran a los vagones y locomotoras a la intemperie dentro de la estación. Aunque la estructura principal del tren es de acero inoxidable, lo que brinda cierta protección, componentes críticos como ruedas, ejes, frenos y suspensiones podrían verse afectados por la humedad y las lloviznas del invierno limeño si no se implementa un mantenimiento preventivo, advierten los especialistas.

Los vagones almacenados son de dos pisos y es donde serían transportados los pasajeros. Foto: John Reyes / La República
Mientras el proyecto avanza lentamente y sin plazos claros, la ausencia de un plan de mantenimiento visible y el almacenamiento prolongado en condiciones no ideales aumentan el riesgo de que el material rodante sufra un deterioro acelerado, lo que podría encarecer la puesta en marcha del servicio y reducir la vida útil de las unidades.

La estación de Monserrate no tiene capacidad para albergar el segundo lote del tren donado por Caltrain por lo que la municipalidad habilitará otro lugar. Foto: John Reyes / La República
¿Qué hace falta para que el tren salga a operar?
Las autoridades municipales y de transporte han señalado que, a pesar de la llegada de los trenes, no existen las condiciones técnicas y de seguridad suficientes para iniciar operaciones en la ruta Lima–Chosica. Según la ATU y el Ministerio de Transportes, faltan estaciones, cruces seguros, pasos peatonales y la doble vía. Además, no se ha firmado la adenda para la concesión del servicio, y el material rodante requiere un proceso de habilitación y pruebas antes de circular con pasajeros. Sin estos requisitos, el tren no puede empezar a operar.
«La municipalidad de Lima tiene que validar y justificar dos cosas principales. Primero, la operatividad de los vagones y las locomotores del tren, además de su adaptabilidad a las vías entre Lima y Chosica. También deben verificar que los puentes por donde va a pasar el tren estén conformes», explica el ingeniero mecánico Manuel Luque Casanave. «El segundo punto son los paraderos donde van a subir los pasajeros. Debe definirse la infraestructura de seguridad y operatividad de las estaciones», agrega. El experto estima que para las evaluaciones correspondientes podría estimarse un plazo de seis meses, como mínimo.
